Raso - Ámsterdam

La tela base es el Raso - Ámsterdam, un satén o raso compuesto por 100% poliéster, con un gramaje de 120 gr/m2 y un ancho de 150 cm. El color liso impreso es el Naranja Melocotón Puff, con una composición de tinta de 0 en Cyan, 15 en Magenta, 27 en Yellow y 0 en Black, lo que se traduce en un CMYK de 0 15 27 0. Este color de tonalidad suave y cálida evoca al dulzor del melocotón y transmite una sensación de calma y relax. Armoniza muy bien con tonalidades naturales como el beige, el taupé o el blanco roto, o también con tonalidades más saturadas y contrastantes como el turquesa o el fucsia.

Cabe destacar que la tela está impresa con el color liso sólo en una cara mediante impresión digital textil, lo que significa que la impresión se realiza directamente sobre la tela base, en lugar de teñirla en su totalidad. Esto permite obtener un estampado más preciso y detallado, altamente resistente a la decoloración y con una textura suave y sedosa.

En cuanto a las características generales de la tela, podemos destacar la textura brillante y suave en su superficie, y su tacto liso y delicado al contacto con la piel. El tejido es muy versátil y se utiliza comúnmente en prendas de moda femenina y masculina como camisas, blusas, faldas, pantalones, tops, kimonos, monos y accesorios como pañuelos. También se utiliza en la confección de lencería como pijamas, vestidos y ropa de novia.

En cuanto a los cuidados, es importante no blanquear la tela y mantenerla a una temperatura máxima de 40ºC. Es posible realizar la limpieza en seco, siempre y cuando se evite el uso de tricloroetileno. El planchado debe realizarse a temperatura tibia y se recomienda secar la tela con secadora a temperatura reducida.

Por último, es importante mencionar que la tecnología de impresión utilizada en este tejido es la sublimación. Esta técnica consiste en imprimar la tinta sobre un papel transfer que, posteriormente, se coloca sobre la tela y se somete a altas temperaturas y presiones. Esta acción hace que la tinta pase del estado sólido al gaseoso, lo que permite que el color se fije de manera permanente en la superficie de la tela sin que se vea afectado por el paso del tiempo o los lavados.