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Material: | 100% Poliéster |
Ancho (cm): | 160 |
Gramaje (g/m²): | 220 |
Características: | Perchado |
Aplicación / Uso: | Sudaderas, Neceseres, Sudaderas, Mochilas, Chándal |
Certificados de sostenibilidad: | GRS |
Método de Fabricación: | Impresión Digital Textil a una cara, todos los productos se fabrican de forma personalizada bajo pedido. |
Cuidados: |
La tela base, Tela Perchada para Sudaderas - Boston, es una sudadera compuesta íntegramente por poliéster con un gramaje de 220gr/m2. Su ancho de 160cm permite múltiples usos como sudaderas, neceseres, chándales, mochilas, entre otros. Es sostenible y cuenta con la certificación GRS. El tejido se presenta en un color verde azulado medio impreso mediante la técnica de sublimación, específica para fibras de poliéster. El color se compone de una tinta cyan del 89%, magenta del 40%, yellow del 56% y black del 40%, lo que genera un tono suave y relajante que transmite tranquilidad y naturaleza. Este color se combina especialmente bien con grises, azules claros y crudos.
Es importante destacar que el color impreso se encuentra en una sola cara y no está tintado sino impreso digitalmente sobre la tela, lo que permite una mayor variedad de diseños y patrones. La tela posee un acabado perchado que la hace suave al tacto y proporciona aislamiento térmico, especialmente adecuado para la época de otoño e invierno.
Entre las aplicaciones y usos de la tela encontramos que es ampliamente utilizada en el sector textil de moda para la confección de sudaderas y prendas deportivas, tanto para hombres como mujeres y niños. Además, su capacidad de aislamiento térmico la convierte en una tela adecuada para la confección de neceseres y mochilas deportivas.
Los cuidados que debe tener en cuenta son: no blanquear, lavar a temperatura máxima de 40°C, admite limpieza en seco salvo tricloroetileno, no admite planchado y puede ser secada en secadora a temperatura reducida.
Finalmente, la tecnología de impresión textil digital, en este caso la sublimación, es un proceso donde los tintes se transfieren al tejido mediante calor y presión, lo que permite una fijación duradera del color sobre el tejido, sin afectar su textura, suavidad ni capacidad de aislamiento térmico.