Pana Aterciopelada - Dublin

La tela base es la Pana Aterciopelada - Dublin, compuesta por 85% poliéster, 12% poliamida y 3% elastano, con un gramaje de 280 gr/m2 y un ancho de 150 cm. El color liso impreso es Rojo oscuro, que se obtiene con la mezcla de las tintas Cyan (27), Magenta (85), Yellow (92) y Black (28) y que se caracteriza por ser intenso y vibrante. Es una tonalidad cálida y sofisticada que combina bien con tonos neutros, como el beige o el gris, y con colores claros, como el rosa o el azul celeste. Es importante destacar que la tela está impresa a una sola cara por impresión digital textil, lo que significa que el color se aplica de forma precisa y uniforme, dando como resultado un acabado de alta calidad.

La Pana Aterciopelada - Dublin se caracteriza por ser suave al tacto y brillante a la vista, lo que la convierte en una tela atractiva y elegante. Además, su textura confiere a las prendas que se confeccionan con ella una sensación de confort y calidez, lo que la hace ideal para la temporada de invierno. Respecto al color impreso, su intensidad y brillo hacen que sea una elección perfecta para prendas de moda y accesorios, así como para todo tipo de proyectos de decoración y tapicería.

Entre las aplicaciones y usos de esta tela se encuentran la decoración y tapizado de muebles, tanto de sillas como de sofás y sillones, así como la confección de prendas de moda, como pantalones, chaquetas, cazadoras y blazers. También es una buena opción para accesorios como bolsos y mochilas, así como para la confección de cojines y otros elementos textiles para el hogar, como cestas y adornos.

En cuanto a los cuidados, es importante tener en cuenta que esta tela no admite el blanqueo y que la temperatura máxima de lavado es de 30 grados. Además, no se debe lavar en seco con tricloroetileno y se debe planchar a temperatura fría. No se recomienda secar en secadora y es importante evitar la exposición prolongada al sol.

La tecnología de impresión utilizada en esta tela es la sublimación (poliéster), que permite que el color se adhiera correctamente a la superficie de la tela, garantizando una impresión de alta calidad y resistencia. Mediante este proceso, se aplica calor y presión a la tela y a la tinta sublimada, lo que conlleva a que la tinta se transforme en gas y penetre en los poros de la fibra de la tela, formando una imagen en la superficie que se fusionará permanentemente con la misma.