Pana Aterciopelada - Dublin

La tela base es la Pana Aterciopelada - Dublin, compuesta por un 85% de poliéster, un 12% de poliamida y un 3% de elastano. Esta pana tiene un gramaje de 280 gr/m2 y un ancho de 150 cm. El color liso impreso en la tela es Marron Siena oscura, cuyo CMYK es 30, 70, 70, 31. Este color es una mezcla de tonos marrones cálidos y suaves, que evocan sensaciones de confort y elegancia. Combina especialmente bien con colores neutros como el beige o el gris, así como con tonos más cálidos como el rojo o el amarillo ocre.

Cabe destacar que la tela base está impresa con el color liso a una sola cara por impresión digital textil, pero no es un tejido tintado sino impreso por una sola cara. Esto significa que la intensidad del color puede variar ligeramente en función de la luz o del ángulo de visualización.

Las características generales de la tela base y su color liso son diversas. La textura de la tela es suave y aterciopelada, con un brillo sutil que realza el color impreso. Además, los colores se mantienen vibrantes y resistentes al desgaste, gracias a la alta calidad de la impresión digital textil. Por otro lado, el color Marron Siena oscura es profundo y elegante, perfecto para establecer un ambiente cálido y sofisticado en cualquier ambiente o uso.

Entre las aplicaciones y usos de esta tela, podemos destacar su versatilidad para decorar y tapizar muebles, como sillas, sofás o sillones, así como para confeccionar prendas de vestir para hombre o mujer, como pantalones, sobrecamisas o chaquetas. También es adecuada para la confección de accesorios o bolsos de moda, así como para cojines o cestas para el hogar.

Los cuidados que deben tenerse en cuenta para esta tela son diversos. Se recomienda no blanquear, lavar a una temperatura máxima de 30ºC, no lavar en seco, salvo con productos que no contengan tricloroetileno y planchar a temperatura fría. En ningún caso se debe usar secadora.

Finalmente, la tecnología de impresión utilizada para fabricar este tejido es la sublimación sobre poliéster. Esta técnica se realiza a través de un proceso químico que permite que el color impreso se adhiera permanentemente a la superficie de la tela, conservando así su calidad, durabilidad y brillo.