Gasa Crepe Plisada - Bangkok

La tela base es la Gasa Crepe Plisada - Bangkok de composición 100% POLIÉSTER, con un gramaje de 90 gr/m2 y un ancho de 150 cm. El color liso impreso es Negro Noche, con un CMYK de 75 66 72 87. Este color simboliza la elegancia y el misterio, siendo un tono oscuro y profundo. Combina bien con tonos blanco y plateado, pero también con tonos más cálidos y atrevidos como el rojo o el dorado. Es importante destacar que el tejido está impreso con el color liso a una sola cara por impresión digital textil, lo que significa que se impresiona directamente sobre la tela sin alterar su textura o suavidad.

En cuanto a las características generales de la tela base y el color liso impreso, la gasa crepe plisada se destaca por su textura visual translúcida y el acabado plisado. El Negro Noche se muestra sólido y uniforme en la superficie de la tela, gracias a la tecnología de sublimación utilizada en su impresión. Esta combinación de textura y color da lugar a un tejido elegante y sofisticado, perfecto para prendas de lencería, vestidos, faldas, blusas o accesorios como fulares o pañuelos.

Respecto a las aplicaciones y usos de la tela, se destaca su uso en prendas de verano, ya que su ligereza y frescura son ideales para esta época del año. Además de las prendas mencionadas previamente, la gasa crepe plisada también es perfecta para la confección de pareos de baño, gracias a su textura translúcida que permite ver la forma del traje de baño sin opacarlo. En resumen, se trata de un tejido versátil y elegante, perfecto para una gran variedad de prendas y accesorios.

En cuanto a los cuidados que deben tenerse en cuenta para este tejido, es importante evitar el blanqueado y lavar a una temperatura máxima de 30ºC. La limpieza en seco es admitida, excepto con tricloretileno y se recomienda planchar a temperatura fría. Por último, no se debe secar en secadora.

Por último, la tecnología de impresión utilizada en este tejido es la sublimación. Esta técnica de impresión digital textil se caracteriza por transferir la tinta a la superficie de la tela mediante calor y presión, lo que permite una fijación duradera y resistente a la decoloración. Además, este proceso de impresión permite conseguir colores más vibrantes y duraderos en comparación con otras técnicas de impresión textiles.