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Material: | 85% Poliéster, 12% Poliamida, 3% Elastano |
Ancho (cm): | 150 |
Gramaje (g/m²): | 280 |
Motivo: | Simple, Dibujado, Artistico, Flores artísticas, Florales pictóricas |
Características: | Suave, Brillante |
Aplicación / Uso: | Sillas, Sillones, Sofa, Pantalones, Accesorios |
Método de Fabricación: | Impresión Digital Textil a una cara, todos los productos se fabrican de forma personalizada bajo pedido. |
Cuidados: |
La tela en cuestión es la Pana Aterciopelada - Dublin, una tela de pana compuesta por 85% poliéster, 12% poliamida y 3% elastano, con un gramaje de 280 gr/m2 y un ancho de 150 cm. Es una tela suave y con una textura brillante que se adapta perfectamente a la impresión digital textil. El diseño estampado es de estilo dibujado y artístico, con una complejidad simple y una inspiración floral, tanto en flores artísticas, florales pictóricas y flores estilizadas. Los colores principales son blanco algodón, naranja claro y azul real. Además, esta tela podría combinar perfectamente con tonos lisos como el mostaza, el verde oscuro y el gris topo.
La Pana Aterciopelada - Dublin está impresa a una sola cara, lo que significa que solo está impresa por una cara del tejido. En cuanto a sus características generales, tanto la tela como el diseño impreso son suaves al tacto y cuentan con una textura visual brillante. En cuanto a sus aplicaciones y usos, esta tela es ideal para decorar y tapizar sillas, sillones, sofás, cojines y cestas en hogares y espacios de exterior. También es viable para la creación de sobrecamisas, pantalones, chaquetas y accesorios como bolsos y mochilas.
Para su cuidado, deben evitarse actividades como el blanqueado y la limpieza en seco con tricloroetileno. La temperatura máxima recomendada de lavado es de 30ºC y el planchado debe realizarse a baja temperatura. Además, no se recomienda secar en secadora para no dañar su textura.
En cuanto a la tecnología de impresión, la Pana Aterciopelada - Dublin utiliza la técnica de sublimación (poliéster), un proceso que permite que las tintas simplemente penetren en las fibras de la tela y luego se conviertan en gas bajo calor y presión, transfiriéndose definitivamente al tejido. Todo esto sin comprometer la suavidad y brillo propio de la pana.