Pana Aterciopelada - Dublin

La tela base es la Pana Aterciopelada - Dublin, compuesta por 85% poliéster, 12% poliamida y 3% elastano, con un gramaje de 280 gr/m2 y un ancho de 150 cm. El color liso impreso es Marron Nicotina, con un CMYK de 31 48 64 26. Este color se caracteriza por tener una tonalidad marrón oscura, con una ligera tonalidad grisácea y un matiz amarillento. Simbólicamente, este color evoca una sensación de elegancia, sofisticación y seguridad. Técnicamente, se trata de un color cálido y acogedor que puede combinar bien con tonalidades beige, doradas, grises, verdes y marrones oscuros.

Cabe señalar que la tela está impresa con el color liso a una sola cara por impresión digital textil, por lo que la parte trasera del tejido es de color blanco. En cuanto a las características generales, la tela se caracteriza por tener una textura suave y un brillo visual que le otorga un acabado aterciopelado y elegante. Asimismo, es resistente al desgaste y a la deformación, lo que la hace ideal para tapizar muebles y confeccionar prendas de moda de alta calidad.

En cuanto a las aplicaciones y usos de la tela base, se pueden destacar varias opciones, tales como su uso en la decoración y tapicería de sillas, sillones y sofás, así como en la confección de pantalones, sobrecamisas, chaquetas, blazers, cazadoras, chalecos y accesorios como bolsos y mochilas. También se puede utilizar en la confección de cojines, cestas y otros elementos textiles para decorar el hogar, tanto en la cocina como en el dormitorio o el salón.

En cuanto a los cuidados que se deben tener en cuenta para este tejido, se recomienda no utilizar productos blanqueadores, lavar a temperatura máxima de 30 grados centígrados y planchar a temperatura fría. Asimismo, se puede limpiar en seco salvo tricloroetileno y no se debe secar con secadora.

Por último, la tecnología de impresión con la que se fabrica la tela base es la sublimación (poliéster), que consiste en imprimir digitalmente el diseño sobre una lámina de papel transfer, que se coloca en contacto con la tela y se somete a altas temperaturas y presiones para que las tintas se sublimen y se adhieran permanentemente a las fibras del tejido. Este proceso garantiza una alta calidad y durabilidad del color impreso, así como una gran fidelidad de los detalles y de la gama cromática.